martes, 4 de noviembre de 2014
¿Para qué sirve?
El EEG sirve para observar el funcionamiento eléctrico cerebral. Por lo tanto será de interés conocer su normalidad o no en pacientes con alteraciones de las funciones cerebrales, bien de forma persistente o de modo episódico.
Puede detectar alteraciones de todo el cerebro o de algunas áreas, es decir podrá servir para observar alteraciones en lesiones (tumores, hemorragias, encefalitis, traumatismos, entre otras.)
Es fundamental realizar el EEG en pacientes cuyo síntomas o quejas sean deterioro del nivel de conciencia (somnolencia, estupor, coma) perdidas de facultades intelec-tuales (pérdida de memoria, demencia) o episodios que hagan sospechar crisis epilépticas (ya que la epilepsia es una enfermedad en la que el cerebro descarga de modo brusco impulsos eléctricos produciendo los ataques.
El EEG con pacientes fuera del episodio y especialmente durante el episodio ayudará al diagnostico de epilepsia o no ( hay otras enfermedades que pueden semejar epi-lepsia, como síncopes, migraña, trastorno del sueño, trastornos del control motor (tics, mioclonías) procesos psiquiátricos, trastornos endocrinos (como el feocromoci-toma o el síndrome carcinoide).
En niños, especialmente recién nacidos, es fundamental para detectar anomalías tanto por poder detectar daños establecidos, como para señalar defectos en la maduración y crecimiento cerebral.
En cada paciente hay que pensar qué es lo que se quiere descartar para adecuar las condiciones del registro. En algunos pacientes será preciso registrar sueño, y en ocasiones de modo prolongado durante toda la noche, 24 horas o más, para observar si existe actividad que haga sospechar la presencia de procesos epilépticos.
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